28/1/16

¿Cómo dejar el pasado en el pasado?

¿Te has preguntado esto alguna vez? ¿Cómo hacerlo? Yo sí.

A veces me preguntaba: ¿por qué dejar ir lo bonito de mi historia? Puestos a dejar, prefiero dejar lo que no me gustó.

Inocentemente, yo creía que, simplemente, mi pasado ya estaba en su sitio.

Cuando me dijeron en mi proceso de terapia que era importante que aprendiera a hacerlo, y me aseguraban que, de momento yo eso NO lo hacía, me parecía que se equivocaban. Yo, lo de dejar el pasado en su sitio, precisamente SÍ lo hacía, les decía yo. 

Lo hacía porque no quería recordar mi pasado, mucha parte de él, porque era doloroso.
Y para no recordarlo, lo mantenía lejos de mi conciencia con todas mis fuerzas. No quería hablar de él. No quería ver películas con escenas que me lo recordaran. Ni canciones. Ni algunos lugares, ni algunos tipos de persona que me recordaban a personas de mi pasado. En fin, solamente tenía que hacer esos pequeños ajustes y en un periquete, pasado enterrado y olvidado.

Pensaba que la manera de dejar el pasado en su lugar era olvidarlo.
No había caído en la cuenta de que, con tanto esfuerzo que hacía por olvidarlo, conseguía que mi pasado estuviera más presente que nunca, siempre, cada día.



Y me di cuenta de que no lo había olvidado, no.

¿Cómo olvidar mi historia?

Mi historia aparecía ante mí cada día, y yo no era del todo consciente. Sí que sabía que había situaciones, personas, temas del momento presente que me incomodaban muchísimo, y no acababa de poder afrontar. Pero acababa convenciéndome a mí misma que era culpa de ellos, que yo no tenía nada que ver.


Curiosamente, los capítulos de mi vida que más quería olvidar por el dolor que me causaron, se parecían mucho a cosas que yo estaba viviendo ahora.

Lo que hace más de 30 años me pasó en mi adolescencia, o lo que hace 35 años sucedió en mi infancia, se parecía tanto a lo de ahora, que eso me ayudó a entender que mi pasado seguía ahora sucediendo.

En terapia aprendí a reconocer cuándo una situación del presente me hacía un daño "diferente", más intenso o desproporcionado,  y a encontrar con qué historia dolorosa de mi pasado estaba relacionada.

Habia situaciones del pasado muy parecidas a las de ahora. Como si siguieran el mismo guión, pero con diferentes actores, actrices, lugares.  Aprendí a entender ese guión, a reconocerlo aunque los personajes, lugares, conversaciones cambiaran. Eso me ayudó mucho a desarrollar mi capacidad de auto-consciencia. Era mi propia observadora.


Aprendí que las emociones tan intensas que sentía hoy en esas situaciones, tenían más que ver con mi historia pasada y no expresada, que con la situación actual. 
Dejé de asustarme de esas emociones, les dejé estar para comprender qué me estaban diciendo.
Entonces me empecé a tranquilizar en mi vida.
A tener menos miedo a afrontar situaciones, conversaciones, personas con las que antes no me atrevía.

Aprendí que "dejar el pasado en el pasado" no consistía en olvidar mi historia.
El asunto iba de volver a ella durante un momento más, para comprender lo que pasó, darme un espacio para sentir y expresar mi dolor, que fue real y estaba ahí, retenido en un recodo de mi laberinto.

Entendí y acepté que la niña que fui ya creció y ahora sí, en las situaciones actuales, la adulta que soy sí que puede hacer cosas para que el dolor pare, para defenderse con éxito.

Ahora, mi pasado empieza a reposar en su lugar, no todo aún, pero sí mucha parte de él.
Conforme voy repasando cada momento difícil de mi historia, las aguas se van calmando. Las aguas de mis emociones tristes, asustadas, y enfadadas con la vida y con el mundo.

Poco a poco, saboreo más lo que la vida me trae. Antes no podía.
A la vida y a mis personas cercanas, hoy les brindo mi presencia, presente, cada día más y mejor.

No me parezco al ideal de "buena persona" que me fabriqué. Soy Malibuena, no le caigo bien a todo el mundo y lo acepto, cuando algo me disgusta, soy consciente y consecuente, no me enredo en relaciones que me hacen daño... podría seguir, pero es tarde y AHORA tengo ya sueño.

Un abrazo.
Cristina.

No hay comentarios: