- Para los que leyeron "El Secreto" y siguen esperando que su Mapa del Tesoro se cumpla, mientras siguen teniendo los mismos hábitos, no han cambiado nada de su manera de vivir.
- Para los que todos los días leen su horóscopo y suspiran con esperanza si en él se indica que algo inesperadamente va a mejorar.
- Para los que gastan su dinero en juegos de azar con la idea de que, a partir de ganar el premio, su vida dará un giro de 180º y todo se solucionará. TODO.
- Para quienes acuden a un vidente-echador de cartas o similar a que les cuente sobre su futuro, su presente y su pasado. Aunque estos dos últimos ya los conocen, siempre es inquietante que una persona ajena te "adivine" esos datos. Y siempre te cuentan un futuro esperanzador. Para los que buscan este bálsamo contra la preocupación.
- Para quienes acuden a reuniones periódicas de "crecimiento espiritual" donde se les llena la mente de ideas que vienen de otras personas a las que han idealizado y que no deben cuestionar ni comprobar por si mismos.
- Para cualquier persona que suprime su espíritu crítico y curioso para aceptar una doctrina, del tipo que sea.
- Para quienes depositan en manos de otros el poder que tienen más a mano, y que no debería transferirse: La voluntad, el pensamiento crítico, la capacidad de tomar decisiones, equivocarse y aprender.
- Para estos, que necesitan que otra persona les diga lo que tiene que hacer.
- Para otros que depositan el poder de disminuir su sufrimiento o estrés en algunas sustancias, como las drogas o el alcohol. Para los que necesitan ese canuto antes de ir a la cama porque si no, no se relajan. Para los que se han acostumbrado a la pastilla para dormir, aunque el médico les aconsejó que la fueran dejando...
¿Te has visto identificado con alguno de estos puntos?
¿Qué has pensado al leerlos?
¿Crees que cualquier día con un golpe del destino, todo se resolverá?
¿Es realmente cierto que necesitamos que alguien nos diga qué hacer con nuestra vida?
¿Hasta qué punto uno lo necesita?
¿Alguna vez has cuestionado lo que te dicen otros, has experimentado si es cierto para ti?
¿Sigues esperando el milagro?
Para mí:
Cualquier cambio efectivo en la vida de uno pasa por cambios en uno mismo. En la forma de pensar, de decidir, de querer experimentar y sacar conclusiones. En eso te puede ayudar un psicólogo. En mejorar tu capacidad de gestionar pensamientos y emociones.
Un ejemplo: Hay tantos casos de personas que les toca un gran premio en la lotería, pero que al cabo de un año están igual que antes. ¿La solución está en el dinero? ¿Eso les sacó de donde estaban? ¿Qué ha hecho que vuelvan al punto de partida?
Si un golpe del destino te trae un premio millonario, ¿qué más hace falta para que ese premio te cambie la vida para bien?
Algo más hace falta, sí. Saber qué hacer con eso, darle proyección, digerir ese cambio para que seas tú quien dirige tus pasos. Las circunstancias económicas, sociales, familiares, todo lo externo seguirá condicionándonos, pues vivimos en Sociedad.
El destino no está escrito en ningún sitio, (y si es así, que me lo demuestren o que yo pueda comprobarlo). Mientras tanto, seguiré gestionando la incertidumbre del vivir sin horóscopos, sin gurús y sin guías que no me muestran realidades. Aceptando lo que hay.
Que un día moriré, que la vida no es justa, que no hay premios al final del camino más allá de la satisfacción que uno se lleva a la tumba de haber vivido coherentemente...El tiempo se acaba, habrá que "remangarse" y ponerse manos a la obra.
Así que, si me toca la lotería, que me pille con la mente clara, con ganas de prosperar, con proyectos y con la actitud madura.
Mientras eso no sucede, yo sigo educando mi mente, mis emociones, sigo aprendiendo y experimentando.