Me he despertado antes de la hora, por el ruido del viento, y porque ya no
quería dormir más. El corazón me latía muy deprisa, aún tumbada y calentita en la
cama.
No sé cómo, ayer hablando con un buen amigo, para
despedirnos le propuse “Que tengas un gran día mañana”. Era un deseo mío para
él. No que tuviera hoy un buen día, sino un GRAN día. Y este amigo me deseó lo
mismo a mí, así que gracias a él acabé ayer diciendo que hoy va a ser un gran
día para mí también.
Soy muy práctica. Siempre estoy con el “¿cómo lo vamos a
hacer?” y con el “¿para qué sirve esto?” en la boca. Así que, ahí va, supongo,
el motivo de mi corazón acelerado esta mañana.
¿Cómo sabré que un
gran día lo va a ser, o mejor aún, que ya lo está siendo?
- · Porque pasan cosas afuera que marcan una diferencia. Es cierto, hoy voy a hacer algo que va a suponer para mí una nueva etapa de vida. A veces pasan cosas que no esperamos, y también marcan esa diferencia. Son esos días que consideramos únicos, distintos de los demás días.
- · Porque cuando eso ocurre, yo me voy sintiendo bien. “Bien” en mi caso sería hoy: contenta, optimista, fuerte, sensible, afortunada, merecedora, responsable…
Vale, pues ya tengo dos criterios para saber si estoy en un
Gran Día.
Si yo fuera aún la niña preguntona que fui, me preguntaría
más cosas:
-“Cristina, oye…¿ y si no pasa nada que sea así como dices,
no pasaremos un Gran día?”
-“Pues igual sí que puede haber un Gran día sin que pase
nada fuera de lo normal. Podría ser un Gran día siempre y cuando… siempre que….
Será un gran día para mí cuando yo…. (¡¡¡vaya con las preguntitas de la nena!!!)”.
(…)
A ver, pequeña Cris…Lo único que tienes es cada momento que esté sucediendo,
uno detrás de otro, en las 14 horas que te quedan por pasar de día. Todos los
momentos seguiditos, enlazados. Y tú eres la protagonista de todos tus momentos.
Entran y salen otros personajes, juegan contigo, se relacionan, y el escenario
cambia si tú cambias de lugar…, o mira, si el tiempo cambia, como hace un
momento que había tormenta.”
-“Aaah, vale…. ¿Entonces si paso los momentos uno tras otro
viviré un gran día quieres decir?”
- “Uf… Pues a ver. Cómo respondo a esto.
Yo, ahora mismo lo que sé es que solo tengo este momento, y
ni lo tengo, no es mío, sólo puedo vivirlo, estar atenta quiero decir. Estar
aquí, tecleando ahora mismo en mi portátil, y luego mirando y escuchando la tormenta
por la ventana, y ahora oliendo el aroma de este café, y ahora notando que mi
silla es cómoda… y no sé lo que vendrá después exactamente. Sí tengo un plan,
tengo mi agenda con mis citas, las tareas que me pongo para hoy.
Supongo, Cris
pequeña, que cuando yo aprecie cualquier cosa que suceda dentro y fuera de mí
como un tesoro, porque es lo único que tengo, supongo que también
cada día podría ser un GRAN día. Porque
cuidaré esos momentos. Y entonces ese
día será para mí único. Aún no sé mucho más de esto. Pero prometo averiguártelo.
(silencio…)
¿Cris? Me escuchas? … Cris?
(La nena se fue a jugar hace rato, a vivir su gran día).
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