Navidad, Consumo y Anestesia Emocional

Oh my God, ¡es Navidad! 
Anuncios sexistas en TV por todas partes, desde los de juguetes a los de perfumes. 
Todos prometen placer en formatos diferentes. El placer se compra y tiene la forma de un producto concreto.
Al mismo tiempo, Noticias de violencia y penurias en el telediario. Llega un momento q hasta las ven los niños pequeños de la casa porque los adultos ni las notamos, y les permitimos ver a personas con las vísceras fuera. Poco a poco, tanto ellos como nosotros nos insensibilizamos al dolor ajeno. 

También en TV podemos encontrar siempre, y más en Navidad series de ficción, películas navideñas, infantiles y realities, para la anestesia del corazón, mal llamada "programación de Navidad".

¿Y al final? Realidades como esta:
Personas que no paran por la calle cuando alguien les mendiga un euro a cambio de pañuelitos de papel, que pasan por delante como si no los vieran, y que mentalmente rezan para que no les pase como a ellos. 

Colas en las tiendas de marca, esperas, densidad, atascos. Mal humor. Prisa y felicitaciones. Borracheras de comida y de bebida. Comprar las gambas que me harán sentir en Nochebuena que todo está bien, que hemos conseguido mantener la normalidad.

A mí unas Navidades así, me duelen. 

Trabajo en los cursos, en terapia, para aportar un granito de arena, que todo esto sea de otra manera, para que vivamos sin necesidad de consumir sin sentido. Para que recordemos el significado de la Navidad y la practiquemos todo el año. Trabajo para que aprendamos a vivir con desenvoltura, para llegar a vivir como personas completas y creadoras que somos. 
Trabajo para recuperar la sensibilidad de las personas. 
Trabajo para el Amor.