7/5/14

Vida-muerte-vida.

Una persona nace, crece, crea, y muere. Todo lo que hace hasta el momento de morir es VIVIR.
Cuando morimos ayudamos dejando nuestro lugar a otros que llegaron después. Otros aprovecharán lo que hemos dejado, restos, creaciones. Y así el ciclo vida-muerte continua.

A veces nos pasan cosas que vivimos como si fueran una muerte. 

Hay una pérdida, algo que nunca volverá a ser como fue durante un tiempo breve.
Y creemos que muere algo nuestro, que morimos un poco. Lloramos, con suerte. 

Llorar no es morir.
Que algo te duela mucho, no es morir.
Que alguien no quiera estar contigo, ni ser tu amigo, ni siquiera relacionarse contigo, no es morir, no es estar muerto.
 Llorar es soltar la tensión de una pérdida. Es derramar lágrimas para luego dormir sobre ellas, descansar, tomar fuerzas para mañana.
Por eso llorar y morir no son la misma cosa.

Y ya de paso....
Estar solo no es estar muerto.
Estar solo duele, pero ya hemos dicho que si algo duele, es que estás vivo.
Estar solo es notar la presencia de una sola persona, tú.
Realmente siempre estás en compañía de ti, y de vez en cuando se agregan los demás.
Estar solo es aprender que tu sostén verdadero eres tú.
Estar solo nos da la oportunidad de hacer ganas para estar en compañía.
Estar solo es una escuela.
Así que, estar solo es vivir, vivir, vivir.

Si estás de duelo, si has perdido algo o a alguien valioso para ti.
Recuerda:
  • el duelo duele
  • la soledad no es un monstruo, (Godzilla) sino una oportunidad que te espera, paciente. 
  • el llanto y la emoción, son desagradables pero dejan alivio después. Tus aliados para atravesar el túnel. 

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